La estimulación temprana tiene mucho más sentido para quienes hemos intentado aprender un nuevo idioma o deporte durante la edad adulta.

Si bien es cierto que nunca es demasiado tarde para aprender algo nuevo, la verdad es que hacerlo en la edad adulta requiere un esfuerzo adicional, por ejemplo, para lograr que desaparezca por completo ese acento extranjero o para que ese movimiento con la raqueta de tenis sea tan natural y fácil como el de los amigos que empezaron a jugar desde pequeños.

Esta es una realidad porque, entre otras razones, en los primeros años de vida el cerebro se desarrolla y se configura extremadamente rápido; determina qué conexiones cerebrales mantener y cuáles eliminar. Realizar las actividades repetidas veces hace que las conexiones cerebrales sean más fuertes, mientras que las conexiones inactivas se vuelven más débiles o desaparecen. En otras palabras, el cerebro se adaptará para manejar mejor las nuevas habilidades y situaciones a las que el bebé está expuesto.

Lo anterior no significa que necesites matricular a tu pequeño en clases de tenis, mandarín, piano o matemáticas antes de que tenga un año de vida. Significa que hay muchas maneras de ayudar a tu hijo a establecer las bases que le permitirán desarrollar su potencial y otras habilidades que podrá adquirir más tarde en su vida, cualquiera que sea el camino que escoja tu hijo.

Por ejemplo, si estimulas su equilibrio y coordinación probablemente esto le ayudará con cualquier deporte que decida practicar cuando sea mayor. Igualmente, si estimulas el desarrollo de los aspectos cognitivos, sociales y sensoriales, él verá más adelante los beneficios de esto en otros aspectos de su vida.

En la estimulación temprana parece que juegas con tu bebé, pero es mucho más que un juego, es un juego inteligente. Por ejemplo, si durante el baño le das a un niño de 1 año una coladera de cocina y le enseñas a “pescar” sus juguetes en la ducha, en algún momento cuando entienda de qué se trata el juego y se conecte con este, no solo lo estará disfrutando, sino también perfeccionará sus habilidades motoras finas y la coordinación ojo-mano.  Si te das cuenta, ni siquiera tuviste que dedicar tiempo extra haciendo esto, porque lo haces durante el baño y los beneficios que obtienes son enormes.

Los bebés logran estimulación tan solo explorando lo que tienen a su alrededor, por lo tanto puedes ver los beneficios invirtiendo poco tiempo, por ejemplo entre 30  y 60 minutos a lo largo del día.

La estimulación temprana no solo le dará a tu hijo beneficios para toda la vida, también te brindará a ti una oportunidad para pasar tiempo de calidad con él durante sus primeros meses de vida.

Si estás interesado en aprender más, puedes descargar BabySparks donde encontrarás actividades fáciles de estimulación que ayudan en el desarrollo de aspectos cognitivos, motricidad, lenguaje, entre otros.